Dado que así lo exige la reglamentación vigente para fabricantes de placas de matrícula, el manipulador (en este caso, CARENGINE) debe anotar en un libro de registro los datos del vehículo para el que se solicitan las placas así como los de la persona que realiza el pedido las placas, independientemente de que sea o no el titular del vehículo.
Esta información queda custodiada con todas las garantías de seguridad que exigen las Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.